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¡Leyendo!

¡Leyendo!

28 enero 2017

leyendoBuen sábado desde la guarida del fantasma. Este mes se ha pasado volando, entre mis vacaciones y la aparición de nuevos proyectos en mi vida, así que he andado algo nerviosa pero el resultado hasta el momento es interesante. Puede ser que este año sea productivo o un desastre ,bueno, al menos voy a intentarlo. Traigo un resumen de mis lecturas actuales (y por actuales me refiero a empezadas). De paso se las recomiendo, porque me están gustando bastante:

winterWinter - Marissa Meyer (Crónicas lunares #4)
Esta es la última parte de las Crónicas lunares, a las anteriores las reseñé en mi blog anterior. Esperé mucho a que saliera. Sin embargo, cuando salió evité empezarla. Habrán sido los rumores de un mal final, que me negaba a darle un cierre a este universo o que estaba un poco saturada y necesitaba leer otras cosas, vaya a saber. El asunto es que esta Blancanieves con problemas mentales es muy buena protagonista para la novela. De fondo, la historia de Kai y Cinder continúa, además de la de Cress y la de Scarlett con Wolf. No sé cómo lo tuve parado tanto tiempo.

la sangre de los elfosLa sangre de los elfos - Andrzej Sapkowski (Geralt de Rivia #3)
"En verdad os digo que se acerca el tiempo de la espada y el hacha, la época de la tormenta salvaje. Se acerca el Tiempo del Invierno Blanco y de la Luz Blanca. El Tiempo de la Locura y el Tiempo del Odio, el Tiempo del Fin. El mundo morirá entre la escarcha y resucitará de nuevo junto con el nuevo sol." Sí, ya sé que Game of Thrones le quitó toda la novedad a este tipo de historias, pero Geralt, Jasper y Yennefer se ganaron mi corazoncito. Bueno, Yennefer no. O sí. Es muy buena la construcción de los personajes y las relaciones entre ellos.

salva al gatoSalva al gato - Blake Snyder
Tengo muchas ganas de empezar a escribir guiones, así que estoy informándome de a poco. Es interesante ver el criterio con el que seleccionan las historias que van a ser llevadas a la pantalla grande en Hollywood. Explica lo básico en cada paso, desde la idea hasta la entrega del guión terminado, con algunos tips de mercadotecnia. Estoy empezando a mirar las cosas que salen en el cine con otros ojos y a mi novio no lo dejo ver las películas tranquilo, pobre.

Como verán, empiezo varias lecturas a la vez hasta que alguna me engancha del todo y no paro hasta terminarla. Espero avanzar con estos tres rápido, que a cada rato aparecen cosas nuevas.
Ahora cuéntenme, ¿qué están leyendo ustedes? ¿Conocen alguno de estos libros que mencioné?
...racha (52 Retos: reto 3)

...racha (52 Retos: reto 3)

27 enero 2017

rachas—Ratas.

—Pero si hay ratas muy bonitas —comentó la joven que iba caminando delante, por la alcantarilla—, de esas blancas y pequeñitas que dan ganas de acariciar y tener en las manos.

—Bueno. ¿Y qué me dices de los murciélagos? —insistió el muchacho, enfundado en un traje amarillo que marcaba sus músculos desarrollados e incluía gafas de visión nocturna.

—¿A quién cuerno le ha hecho daño un murciélago alguna vez?

Sun lo pensó un poco, mientras avanzaba detrás de ella. No era fácil para él estar allí. El lugar podía derrumbarse sobre su cabeza y él saldría intacto gracias a su inmunidad física. Sin embargo, toda una variedad de peligros acechaban su mente detrás de cada sombra. Necesitaba verlo todo, estar consciente de cada cosa que se moviera en la oscuridad, por más que las posibilidades de un tanque de guerra contra él fuesen casi nulas. Siempre había sido así, desde que tenía memoria.

—Eh… ¡Escorpiones! —dijo, recordando otro ítem de su lista de temores—. Esos son de hábitos nocturnos y si pisas uno descalzo estás bien jodido.

La incredulidad en la risa de Claire viajó a través de la humedad pestilente, llegó a sus oídos y le hizo cosquillas en el orgullo.

—¿Desde cuándo salimos en una misión descalzos? Acéptalo, no tienes argumentos. Esto es pan comido al lado de otros empleos que sí que dan miedo.

La pista que tenían los llevaba cada vez más adentro del sistema de distribución de desechos de Licht City. Así como los escalofríos que recorrían al héroe amarillo aumentaban de intensidad. Su estómago comenzaba a bailar samba y a dar señales de rechazar la cena que había ingerido poco antes.

—No entiendo qué tan urgente puede ser para que nos llamen por las noches —murmuró, molesto—. Bien puedo atrapar a esos ladrones mañana, después de una ducha y un buen desayuno.

—La posibilidad de encontrarlos va decayendo con el paso de las horas. Y el botín desaparecerá pronto si no hacemos algo. Es básico en la caza de ladrones de bancos, Sun. ¿Cómo es que ignoras algo tan simple?

Por fin, los rastros de calor al fondo del túnel indicaban que ya estaban cerca de atraparlos.

—No lo ignoro, lo olvido a propósito —apuntó él, entre dientes, porque no podía quedarse sin contestar a nada que ella dijera—. Y, hablando de cuestiones básicas, ¿qué tal un poco de respeto? Otros héroes ni siquiera se preocupan de dónde van a dormir sus asistentes, ¿sabes?

—Eso es porque otros héroes no necesitan que sus asistentes les dejen una lámpara encendida en el pasillo y la puerta entreabierta de la habitación para poder descansar tranquilos.

Utilizaron el poder de mimetización de sus trajes y se fundieron en la oscuridad, que tanto incomodaba al guerrero como lo ayudaba a cumplir sus objetivos al luchar contra el crimen. Sorprendieron a la banda que huía con el dinero de la bodega del banco y no les llevó mucho tiempo reunirlos a todos en el centro del túnel, maniatados y amordazados. Listos para una entrega directa en la comisaría.

—Apenas encuentre a alguien que corra más rápido que tú, estarás despedida, Claire —decidió Sun, apenas terminó de amarrar al último delincuente. Con la luz que había encendido en su traje, se notó lo descompuesto que estaba. El cabello alrededor de su frente estaba empapado en sudor frío. Las náuseas iban y venían. Así y todo, él estaba allí.

—Bien —contestó ella, desafiante—. Estoy harta de tus alergias, de tus fobias y de que me hagas el amor con ese foco encendido en mi cara.

Él inspiró con fuerza y le echó una mirada que hubiera sido gélida, de no ser porque no podía quitarse las gafas. No si no quería quedarse de cara a sus temores. A poca distancia, los observaban los ladrones.

—Más que bien. Lo digo en serio, señorita perfección. Estás despedida.

—Me alegra. Luego no retires tus palabras.

Entonces, algo surgió del recoveco de la pared en la que la muchacha había apoyado su mano. El arma química perfecta. Casi indestructible. Pequeña, de fácil adaptación a entornos hostiles. Acababa de encontrarse con el brazo de la compañera de Súper Sol. Comenzó a hacerse camino, con lentitud, sobre las uñas rosadas, los dedos finos y alargados, los nudillos, hacia la muñeca. Sun alcanzó a notarla subiendo por el antebrazo de Claire, en forma de mancha ovalada.

Cuando ella dejó la discusión para prestar atención al cosquilleo de las patas sobre su piel, toda la fortaleza y la frialdad que la hacían una buena compañera para el héroe impulsivo desaparecieron. La peor amenaza había sido pasada por alto y ya era tarde. Muy tarde.

—¡…racha! ¡Cucaracha! ¡Quítamela! —rogó ella, en un alarido desesperado.

Las sacudidas de su brazo, aun cuando el insecto seguía hacia su hombro, hubieran sido divertidas de no haber servido de oportunidad para los criminales. En un minuto, se habían impulsado todos juntos, derribando a la muchacha. La sorpresa y la falta de estado en el superhéroe diurno para enfrentar a la oscuridad le impidieron reaccionar a tiempo.

Sin embargo, en plena confusión, el insecto decidió que aquel terreno era demasiado inestable. E hizo lo que toda cucaracha deja como el último recurso. Las capas superiores de su caparazón se elevaron, para recordar a los humanos que estaban allí algo que siempre solía olvidarse. Que no hubo ni habrá cosa más tétrica que una cucaracha enorme levantando el vuelo frente a sus narices.

Los ladrones tropezaron y chocaron entre ellos. Claire se aferró a los tobillos de uno, llevándoselos con ella al suelo mugriento. Sun los volvió a atrapar y aseguró mejor las amarras. Todo, en el tiempo que demoró la cucaracha en elevarse y poner distancia de la situación.

Pasó un rato hasta que volvieron a ponerse en camino. Sun cargaba al grupo de malhechores inconscientes, envueltos en un paquete maloliente. Claire iba a su lado, agradecida por el silencio hasta que una conocida melodía empezó a salir de los labios del héroe.

—…ya no puede caminar. Porque le falta, porque no tiene…

—¡Cállate! —exclamó ella, con la voz algo afectada, para luego recuperar la compostura—. La fobia a las cucarachas de alcantarilla no cuenta como miedo irracional.

Llegaron a la superficie de una calle vacía, una de tantas en aquella madrugada en Licht City. Los pasos del poderoso hombre vestido de amarillo fueron hacia adelante, los de la asistente en traje naranja fueron hacia atrás.

—¿Adónde vas? —dijo él, apenas se dio cuenta.

—Ya terminé mi parte, ¿no? Me marcho.

En la mochila humana del héroe, alguien soltó un quejido. La luna y el alumbrado público hacían un buen trabajo en ahuyentar las sombras, pero solo Claire se quitó las gafas de visión nocturna. Los ojos de Sun eran inaccesibles en ese instante. El rictus en su boca duró un segundo.

—No seas tonta. Dejemos a éstos en la comisaría y vamos a casa, estoy cansado.

Ella no pudo alejarse. Al final, había algo que los dos temían más.

—Bueno.

Se acercó a él y retomaron el rumbo hacia la central de policía, cerrando otro día de triunfo para la justicia en Licht City.

—Ahora dime, Claire. ¿A quién has visto salir herido por una cucaracha, eh?



+++

Supongamos que la superación está en… eh… Bueno, luego de terminar de escribir me di cuenta que me faltaba la parte de la superación. Algo hay.

Relato para el tercer reto de El libro del escritor 2017.
Creeping in your heart (52 Retos: reto 2)

Creeping in your heart (52 Retos: reto 2)

24 enero 2017

reto dos
Kai sonríe, por primera vez en su viaje desde ningún lugar hacia cualquier parte. Acaba de ver un bar pequeño al costado de la ruta, en plena zona desértica. El frío, las ganas de ir al baño y la promesa de una cerveza, titilando en rojo sobre la oscuridad, lo hacen detener su motocicleta.

Casi se olvida de ir al sanitario al echar un vistazo al lugar. Algunas lámparas combaten la penumbra, con malos resultados. Las paredes gritan por una nueva mano de pintura. Los muebles apenas se sostienen. Y una camarera con el pelo teñido de violeta es la única que atiende a los pocos clientes que ocupan las mesas. Kai se encoge de hombros y pide con señas una bebida, antes de pasar a los baños.

Una vez aliviado, él prefiere sentarse junto a la barra. Finge seriedad, sobre su jarra ya servida, mientras presta atención al movimiento que las curvas sinuosas de la muchacha dibujan con el ir y venir de su brazo, al sacar brillo a los vasos.

«Puedes llamarme monstruo» suena desde la televisión, donde un grupo musical oriental combina movimientos sensuales con poses amenazantes en escenas de acción. Nadie pone en duda la elección del canal. Ni siquiera parecen estar conscientes del entorno, enfrascados en sus jarras de líquido dorado y espumoso. Al recién llegado se le hace agua la boca con la exhibición del escote de la camarera, que acaba de agacharse a levantar algo. Entonces, ella lo pilla mirándola. Un parpadeo, un instante de sorpresa y una leve sonrisa burlona se extiende por sus labios rosados. Algo en su forma de caminar cambia cuando le da la espalda: se vuelve más suave, más redondeada, más interesante. Y a Kai le parece que otras promesas lo harán quedarse un poco en aquel lugar.

Alguien más ingresa al bar y se sienta junto a él.

—Oh, ¿eres nueva aquí? —dice el hombre, con una mirada penetrante sobre el uniforme desgastado de la chica.
—Podría decirse —responde ella, con indiferencia.

El cliente asiente y le mira el escote en silencio, como si nunca hubiera empezado ningún diálogo. La música de fondo se interrumpe, para dar el anuncio de último momento. «Se busca al disecador. El extraño asesino que deja a sus víctimas sin una gota de fluidos corporales. Los cadáveres han sido encontrados con la única marca de succión en el cuello, lo que ha dejado a los forenses llenos de hipótesis encontradas».

Kai se remueve en su banqueta, intranquilo. El hombre a su lado carraspea. La muchacha sale de detrás de la barra, para limpiar una mesa que acaba de ser abandonada.

«En la calle ya se habla de vampiros. Los detectives sobre el caso, de un elaborado sistema de extracción. Pero si nos preguntamos…»

La incomodidad en los presentes es palpable. Solo cuando vuelve la programación regular todos respiran tranquilos otra vez. Kai agradece escuchar «me arrastro hacia tu corazón, nena» de nuevo.

Así, pasan un par de horas. Las jarras vacías de cerveza han sido apiladas junto a la barra, para ser lavadas. Las sillas, sobre las mesas, para dejar espacio a la escoba que la joven pasa sobre el suelo con suavidad. El ambiente va volviéndose más frío y Kai sale a encenderse un cigarrillo, luego de dejar un billete sobre la barra. Su dedo falla al accionar el mechero y cuando está por hacer el segundo intento, sosteniendo el cigarro entre sus labios y protegiendo la punta del viento del exterior, otro dedo se pasea por su espalda, desde el interior del local. El sobresalto logra que un vicio quede olvidado, en el suelo, por otro más urgente.

—Te he visto desnudándome con esos ojos —murmura ella, desde su hombro.
—No creo haber sido el único —se defiende él, mientras observa su motocicleta y calcula cuánto podría llevarle esta nueva promesa antes de seguir, lo más lejos de la policía que pueda.
—Es verdad. Yo también debo haber estado mirándote —bromea ella, y el uniforme cae a sus tobillos en un solo movimiento.

Al diablo los cálculos. Kai aferra a la muchacha por la cintura, la besa y la mordisquea hasta hacerla gritar. Para cuando la sube a la barra, él ya ha perdido la ropa en el camino. Juegan por un rato, se tocan, ríen y luego se ponen más serios. Más. Y más. Hasta caer rendidos.

El sol está por salir, el viento helado sopla con fuerza afuera y Kai está agotado, aunque decide que es mejor marcharse. Ella ha quedado dormida, sus piernas entrelazadas con las suyas, sus brazos alrededor de su cintura, su cabeza contra su cuello. Está por despertarla, cuando se da cuenta de que algo no anda bien. No puede moverse. Y ella no está dormida, está adherida a él.

No es cansancio lo que siente, es la vida que se le escapa por el agujero que ya sabe que tiene debajo de la oreja. Una corriente helada se extiende por sus venas, sus arterias, va hasta su cerebro, sus pulmones y congela su corazón. Lo está drenando. Y no hay brazos que levantar, no hay piernas que lo lleven lejos de allí. No importará su viaje hacia ninguna parte. Se olvidará cualquier robo estúpido del pasado, cuando la policía encuentre su cuerpo como una cáscara vacía sobre la barra de aquel bar.

+++

Pobre Kai. Pero es lo que pasa cuando me da la locura por un grupito de kpop y me piden escenas sexys en un reto de escritura. Disculpen, he crecido con las películas de terror en las que la parejita que hacía cochinadas siempre moría. Tenía que hacer un homenaje a eso.

La canción mencionada es Monster, de EXO. Este relato ha sido inspirado de forma muy literal en una traducción que encontré en youtube. Prometo traer otro relato con Kai y un mejor final para él. Esto es lo más parecido a un kpopfic que haré en mi vida.

Relato para el segundo de los 52 retos de El libro del escritor 2017.
NDMU #1: Lecturas recomendadas

NDMU #1: Lecturas recomendadas

17 enero 2017

ndmuBuen martes, ¿cómo los trata la semana? Yo vengo algo estresada, pero llego a mi guarida y ya me siento un poco mejor. Voy a compartir con ustedes el primer resumen de las sugerencias en la comunidad Noches de mil universos. Se trata de escritores de la blogósfera. A algunos ya los había leído antes, a otros los conocía solo de Google+. Han sido lecturas muy agradables y a todas las recomiendo:


nochedereyes
El primero en traer su historia. Un cuento agridulce, lleno de suspenso y con un final para pensar.

incubo
Una escena relatada de forma que ataca a todos los sentidos. Aquí se mezcla lo sensual y lo macabro. 

fairest
Como eliminó el post, voy a recomendar que visiten el blog, tiene relatos muy buenos.

cosas que pasan
Una serie de relatos, escritos a partir de situaciones cotidianas.

ecos del pasado
Una historia de dioses, condimentada con rivalidades, amores y humor. 

Y eso es todo, por ahora. A todos los que deseen compartir sus escritos, sus reseñas, sus artículos de opinión o su música favorita, pueden pasar por la comunidad. Recuerden que también abrimos una página de facebook, donde pueden llevar sus cosas.

¿Conocen a los blogs mencionados? ¿Les gustaría leerlos?
Tag literario

Tag literario

15 enero 2017

tag literarioBuen domingo, ¿cómo han estado? Traigo uno de los tags que tengo por responder, por cortesía de la nominación de Lady ZigZag en wattpad. Les recomiendo visitarla, tiene historias increíbles, como Paranoidd o Los gatos negros de Londres. Ahora, al grano:

Tres libros que salvarías de una hoguera:

Si se incendiara mi casa, creo que salvaría primero a mi gato, mi pc y luego al kindle. Ahí tengo la saga entera del Mundodisco de Pratchett y todos los que he leído en este último año. Son mucho más que tres.

Coloca una foto de tres actores que personifiquen bien a tus personajes:

Los únicos personajes que tengo en versión actores son los de Refulgens.

Mahduri Dixit, como Aruni, la salamandra.
Hrithik Roshan, como Sarwan, el hechicero.
Emily Browning, como Nirali, la aprendiz.
Aaron Paul, como Deval, el extranjero perturbado y adorable.

Y son cuatro, bueno.

A qué mundo de la literatura te gustaría ir:

Al de Pratchett, con su universo de tortugas que arrastran sobre su caparazón a cuatro elefantes que sostienen el mundo plano de Mundodisco. Y sería una bruja, de las que adivinan la fortuna a los pobres desorientados, en una tiendita llena de chucherías sobre el mercado de la capital Ankh Morpork.

Con qué personaje de la literatura tendrías sexo candente:

Con Mr. Darcy, el padre de todos los protagonistas de novelas románticas de la actualidad.
Y con Kai, el monarca de Crónicas lunares de Marissa Meyer.

Tres libros que quemarías con tus propias manos:

No sé, me da que no merecería mi esfuerzo pero esto es un tag, no la realidad, ahí vamos: La serie Bodas de Nora Roberts. Hay tantas cosas que están mal en esos libros, que no puedo creer que hayan sido escritos por una mujer, en pleno siglo veintiuno.

Tres autores con los que te gustaría conversar (muertos o vivos):

Vladimir Nabokov. Le pediría anécdotas jugosas de cuando la gente empezó a leer Lolita, aparte de las que cuenta después del final en el libro. Debió ser para morirse de risa.
Ray Bradbury. Lo secuestraría y lo obligaría a escribir más relatos cortos para Crónicas marcianas por toda la eternidad. Bien a lo Annie Wilkes en Misery.
Terry Pratchett. Con él no hablaría, me limitaría a abrazarlo y no soltarlo nunca.

Tres autores o autoras de Wattpad que te gustaría conocer y por qué.

Mary_Ere: Fangirlearíamos y nos daríamos versiones impresas de nuestras obras de recuerdo.
CintiaJCajal: Para compartir anécdotas reales escondidas en nuestros cuentos.
Denise_83: La acosaría con borradores míos para que me dé sus servicios de corrección (algún día no muy lejano voy a hacerlo, aunque no sea en persona).
Alcarril: Hablaríamos de mundos fantásticos y de cómo se llevarían nuestros personajes si se cruzaran alguna vez.

Fetiches que has incluido en tus historias:

Tengo algo con las plumas en los títulos: La pluma naranja, El fantasma en mi tintero y El amanecer de la pluma negra. Así como tuve con los arcoiris en una época (un par de cuentos en el fantasma: Iris y Olvido). Amo los diálogos importantes con amaneceres/atardeceres de fondo, bien a lo película ochentosa. Y los finales dramáticos, en los que todo lo que pueda salir mal, salga mal. Ya se me pasará y me dará la locura con otra cosa. Voy por etapas.

Un libro que te hiciera reír mucho:

Toda la Serie de las Brujas en el Mundodisco de Pratchett. Desde las faltas de ortografía de Yaya en su carta de queja hacia la Universidad Invisible, hasta las travesuras de la degenerada de Tata Ogg. Me gustó mucho la forma en que retrató a los personajes el autor. A todo el que busque protagonistas femeninas fuertes de verdad, fuera de todo cliché, tendría que leerla.

Un libro que te hiciera llorar mucho:

La espada del destino, de Andrzej Sapkowski. De la saga de Geralt de Rivia. Uno se encariña con los personajes, pero en estos libros de fantasía épica llenos de guerras, enfermedades y giros dramáticos, a una se le rompe el kokoro. Al final, lloré de emoción y de alivio. Aunque el comienzo del libro que sigue me hizo dudar de la veracidad de cierta escena. Necesito seguir la lectura de esa saga, cuanto antes. A ver qué pasó.

Una historia que te habría encantado haber escrito tú misma:

El último deseo, de Andrzej Sapkowski. Al principio es como mi Refulgens, pero un trillón de veces mejor. Confieso que con la sinopsis me pegué un buen susto.

Tres títulos de libros que te fascinan:

Entrevistas breves con hombres repulsivos, de David Foster Wallace.
En el bosque, bajo los cerezos en flor, de Ango Sakaguchi.
Cuentos de amor de locura y de muerte, de Horacio Quiroga (el autor pidió que no pusieran la coma en el título, cosa interesante).

Tus libros favoritos de Wattpad y por qué:

(Que conste que no es un orden de preferencia, todos me gustan por igual, lo digo en serio)
Justicia ucrónica de José Cascales Vázquez. Relato corto, bien escrito. Esto de los viajes en el tiempo es mi debilidad.
Los gatos negros de Londres, de Lady ZigZag. Novela oscura, divertida y contada de forma que nos queda un sabor a sangre y pintura en la boca.
52 retos 2016, de  Eréndida Alfaro. Los retos de El libro del escritor, llevados a cabo de forma muy creativa.
El ataque de las sandías asesinas, de Denise L. Una historia de vampiros como nunca han leído.
Microrrelatos para desahuciar el tiempo, de Cintia Cajal. Historias cortas e interesantes, contadas con desenfado.
Deshoras, de Luis Arias Forero. Microcuentos oscuros y románticos, pero al estilo Edgar Allan Poe.
El mago rojo, de AlCarril. Dos hermanos hechiceros, un duelo a muerte pendiente.

Personajes de Wattpad que te encantan:

Nevan Grant, de AlCarril. El renegado de los hechiceros, en busca de sangre, su propia sangre.
Hayden Rothem, de Lady ZigZag. El precioso prostituto ladrón de antigüedades que un día le escribió a mi Elisa. ¡Dios, en serio le escribió una carta a mi Elisa! Ahora volvería en el tiempo y sería más seria al contestarle. Qué vergüenza.
Ilia de Mary Ere. La joven llena de fuerzas, aún para enfrentar lo impensable.
Ann, de Lucía Silva. Cómo sufrí y disfruté del misterio de esta chica en La última Anastasia.

Nomino a todos los que he mencionado. Los que quieran llevarse el test y hacerlo, me avisan y paso a ver sus respuestas.
Ahora, cuéntenme: ¿Conocen alguna de estas historias? ¿Les gustaría leerlas?
Encantados (52 retos: reto 1)

Encantados (52 retos: reto 1)

14 enero 2017

reto unoTe digo que no sé qué es lo que pasó, Lito. El primero de enero guardé lo que cobré en esa caja, la azul. ¿Te acordás que te conté lo de la carcajada aguda que escuché? Sí, ese día me llamaste loca de remate. Sé que después gasté unos pesos en el regalo de reyes de mi sobrino, también fui al súper y traje unas verduras. Estaban caras, es verdad. Tampoco era para tanto.

Traje el vuelto y quise guardarlo para no perderlo en gastos sin sentido. Abrí la caja azul y te juro que escuché que algo se movía detrás de la mesita. Obvio que no iba a mirar, ni que fuera adivina.

¿Y esa vez que vimos salir el humo gris de la mesita? Sabés que eso no me lo inventé.

Ahora me arrepiento de no haber colgado las ristras de ajo que mandó mi mamá, todo porque empezaste a reírte. ¿Qué se yo con qué se espantan los duendes? ¡A nadie le gusta el ajo! Lo importante es que, cuando quise darte mi parte del alquiler de la casa, más de la mitad de los billetes habían desaparecido.

+++

Microrrelato para el primero de los 52 retos: Escribe un relato que comience en un día de Año Nuevo. Gracias a Eréndida por la idea del dinero engañoso. Y cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.
Noches de mil universos

Noches de mil universos

08 enero 2017

nochesdemiluniversos¡Nueva sección en el blog! Les presento este nuevo espacio de recomendaciones de lectura,
series o música. Vamos a iniciar esta sección con el blog de Eréndida Alfaro, Maryere escribe. La idea del título es compartir todas esas historias que nos hacen trasnochar, ya sea en forma de libros, blogs de escritores,  series (nacionales, de habla inglesa u orientales) o en música.
Si vemos a un buen autor que debería tener más lectores, empezando por nosotras mismas, cof, cof, se lo vamos a presentar. También incluiremos entrevistas, noticias o lo que podamos meter en cápsulas de posts pequeños y entretenidos para ustedes.
Por ahora, les dejo los enlaces donde podrán encontrarnos, aparte de mi blog y el de Erendida, que pueden visitar si tienen ganas de leer buenos relatos también:

En la comunidad pueden compartir sus propias publicaciones, están todos invitados.
Ahora cuéntenme: ¿tienen alguna buena recomendación de lectura, en blogs o en libros publicados? Se reciben sugerencias también.
Responsabilidades familiares (Cinco líneas Enero)

Responsabilidades familiares (Cinco líneas Enero)

07 enero 2017

responsabfliares
Ada estaba indignada. Esa nota, con la verdad en letra de su padre. Esos hombres, que traían la herencia en un maletín, salidos de un cliché ochentoso con sus camisas hawaianas. Había ocurrido un accidente. De los que venían encerrados entre comillas, ocupaban una página en los policiales del periódico y exigían una venganza de quien siguiera en la cadena de mando del grupo. Pero, ¿qué hacían ahí? ¿No veían que ella ya había tomado los hábitos?

Palabras del reto de este mes: herencia, accidente, verdad.

Mini relato escrito para el Reto Cinco líneas de Adella Brac. Pueden saber más haciendo clic en el enlace.
Bienvenido 2017 (ideas que quieren volverse proyectos serios)

Bienvenido 2017 (ideas que quieren volverse proyectos serios)

02 enero 2017

desafio lecturaAterrizamos por fin en el tan ansiado año nuevo. La costumbre de ponernos metas a cumplir ya es un clásico. Depende de cada uno si es algo al alcance de la mano o absolutamente delirante. Mientras veo por cuál de estos dos extremos me decido, les dejo mis metas de lectura y escritura para este nuevo período:


25 libros en Goodreads. Pero buenos libros.
El año pasado me propuse leer cincuenta. Y llegué a cincuenta y dos, un promedio de un libro por semana. Lo bueno fue que no imaginé que podía lograrlo y me sorprendí. Lo malo fue que, cuando veía que me atrasaba mucho en el conteo que va dando Goodreads, tomaba cualquier libro cortito y simple para poder ponerme al día. El resultado: un montón de títulos que no sumaron demasiado en mi biblioteca (virtual, a estas alturas mi kindle es mi arma).
Así que, este año, quiero leer buenas historias de fantasía (terminar con mi amado Geralt de Rivia y el Mundodisco de Pratchett). Además, adentrarme en el género policial y el de ciencia ficción que tengo pendientes. Mi versión de bolsillo de la Trilogía Fundación de Asimov todavía me espera. Y en el género del terror, leer las obras completas de E. A. Poe y volver a animarme con Lovecraft. Que Cthulhu me llama y yo quiero ir con él.

Terminar mis historias empezadas y los 52 retos de El libro del escritor
En el 2016 me ejercité mucho con los mini relatos de las Cinco líneas de Adella Brac, o los disparadores creativos del Reto Tahisiano. En cambio, dejé afuera las Variaciones de Primera naturaleza y no pude estar al día con el Reto con canciones de Mia Lozano. Estos dos últimos siguen pendientes en mi lista, voy a terminarlos. Además, voy a intentarlo de nuevo con los 52 retos de El libro del escritor. Y apenas pueda, voy a retomar la corrección de Refulgens, mi novelita de fantasía.

¿Y ustedes? ¿Se han propuesto metas de lectura y escritura para este año? Les deseo suerte y que la mayor parte de esas ideas se conviertan en metas sólidas.
Mi historia convertida en película

Mi historia convertida en película

mi historia pelicula
Aún más sorprendente que el hecho de que mi pequeña novela haya sido un éxito de ventas, o que en las redes sociales mis personajes aparezcan hasta en los memes, fue la llamada que recibí una mañana. La Wiesel Brothers quería comprar los derechos para hacer una película. Me entusiasmé tanto que, para cuando me di cuenta, ya había firmado y depositado el cheque.

Tal vez haya sido mi falta de experiencia en estos asuntos, o el hecho de que me pasara nadando en una piscina de billetes verdes en lugar de preguntar por los detalles de producción del filme... la realidad es que nada salió como imaginaba para el día del gran estreno. Hubo algunos extraños altibajos.

Lo bueno: Pude pagarle a un par de tipos insoportables de la televisión para que pelearan a muerte en el patio de mi casa. Invité a todo el barrio. Luego me di cuenta de que podría haber cobrado entrada, pero ya estaba sobornando a la policía para entonces.

Lo malo: Los rumores de que estaban haciendo cualquier cosa con mi obra en los estudios me llegaron tardísimo. Estaba haciendo las compras cuando un par de señoras se burlaron de la trama de mi novela. Decidí pagarles para que pelearan en mi patio.

La música de la Wiesel Brothers marcó el inicio de la película. Luego vi que habían contratado a un par de cantantes de moda para hacer la banda de sonido. No tenía nada que ver con lo que había imaginado, sin embargo no quedaba tan mal.

Lo bueno: Me alegró saber que Fulanita se recuperara de su período de decadencia con un nuevo disco, aunque nunca la escuché, ni cuando estaba de moda en mi infancia.

Lo malo: Mi historia estaba ambientada en la Edad Media, el pop y la electrónica quedaron un poco desubicados ahí.

Los escenarios se armaron con efectos especiales y lo último de la tecnología. Me gustó ver la interpretación de los profesionales de la animación a partir de lo que yo había escrito. Ahora creo que debería haberme tomado un poco más de trabajo en las descripciones.

Lo bueno: Los Valles de Meridia convertidos en una realidad, las rutas mágicas de los duendes y los lagos encantados al alcance de la mano por medio de mis lentes 3D.

Lo malo: Yo no dije que el cielo fuera tan rosita, o que en Meridia volaran tantas mariposas. Se suponía que estos paisajes eran tierras desoladas.

El reparto me dejó sorprendida. Sin palabras.

Lo bueno: Fui testigo de las maravillas del maquillaje y la iluminación. Esas actrices cincuentonas pudieron hacer a la perfección el papel de las pequeñas aprendices de hechiceras en Meridia. Y nadie hubiera podido decir que no se veían como adolescentes eternamente sonrientes.

Lo malo:
El público empezó a impacientarse cuando al pequeño Mer se le notaron las arrugas y Juana no fue capaz de borrar su sonrisa ante la muerte de su mejor amiga.

La trama con respecto al libro sufrió algunas modificaciones. Nimiedades. Casi imperceptibles.

Lo bueno: Supuse que ellos sabían lo que hacían. Eran los grandes en la industria del cine, ¿no?

Lo malo: Cuando los aprendices de hechiceros se transformaron en aspirantes a mejor cantante del año, con jurado y público, casi pensé que me había equivocado de sala.

Al final, el público estaba tan furioso que no pude llegar a la parte del gran beso y la felicidad eterna. Fue una pena, igual debo admitir que la pelea que se armó entre el club de fans y los acomodadores del cine fue mucho más jugosa que el concurso de Hip Hop Medieval en la pantalla. Entonces los lectores enojados repararon en mí.

No sabía si ponerme contenta de que me reconocieran, o correr lo más rápido que pudieran mis piernitas. En eso la cosa se puso más rara. No me podía mover. La masa enardecida se me vino encima, alguien arrancó un asiento y lo arrojó en cámara lenta (otra cosa extraña). Iba a decir algo y lo único que salieron fueron excusas (eso sí es común, para qué negarlo). Al menos me quedaría el dine...oh, cierto, me lo había gastado todo en pagarle a la gente para que hiciera estupideces en mi patio.

Allí fue que desperté. Todo había sido un sueño, por suerte. No era la autora exitosa de ninguna novela mal llevada al cine. Ni me había vendido por una fortuna a cambio de la ilusión de mis fans. Sí me dolía un poco la espalda y notaba que mi público esperaba impaciente.

Cierto, mi público real. El árbitro de la pelea me miraba aguardando la aprobación, le hice una seña afirmativa. Entonces me lancé de nuevo a mi contrincante en el ring del patio, no había alucinación que pudiera detenerme de ganar unos pesos esta vez.
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