No había podido barrer a la muchacha del vestido fosforescente como a los demás espíritus corrientes, girando un par de perillas en la consola. Pero tampoco la extraña de ojos blancos se había acercado a él. Ni siquiera lo había seguido fuera de allí, como hacían los otros de su clase.
Cada vez que un espíritu parecía resistente a su música, resultaba ser una enorme molestia que no conseguiría sacarse de encima por semanas, hasta que el fallecido se diese cuenta de que no obtendría nada de él y desapareciera. Esta chica se había ido el viernes pasado en cierto momento de la noche, por su cuenta. Y había regresado ese viernes, entre las dos y las tres de la mañana.
Una hora de insistencia y, luego, la nada.
Esta vez, el joven empezó a hacerse preguntas. ¿Habría muerto alguna chica en ese lugar? Que él supiese, no había ningún incidente así en la historia del club. Tampoco había visto su cara publicada en la búsqueda de alguna desaparecida. Lo hubiera sabido, porque en su familia solían armarse revuelos cada vez que ocurría algo por el estilo.
Por su vestimenta, no era un fantasma antiguo. Los espíritus solían adoptar formas caprichosas, según lo que ellos consideraran importante. Por eso los de los asesinados a veces se veían igualitos a sus cadáveres. O eso decían su padre y hermanos. A él no le interesaba. ¿Por qué iba a hacerlo?
Dieron las tres a.m. y el resplandor de la chica que bailaba enajenada se apagó. Nicolás retomó el control de su mente y volvió a barrer el lugar con el sonido, para dejar el lugar libre de presencias molestas.
***
Capítulo segundo de esta historia que comenzó en este post para el Microrreto Continuará de El tintero de oro.
Como esta es una historia muy relacionada con la música, dejo la canción relacionada con este capítulo:
Historias de espíritus que aparecen en un lugar donde la vida va acelerada por el bailar de la música . Espero seguir leyendo los siguientes capítulos haber como se desencadena. Un placer leerte. Abrazos.
ResponderEliminarUn DJ cazafantasmas tiene sentido. Salvo por su insistencia en ahuyentar a esa chica fantasmal. Ni que su presencia lo pusiera nervioso.
ResponderEliminarBien contado.
Besos.
ResponderEliminar¡Madre mia! es una ingeniosa continuación, espeluznante. Pobre Nicolas, que le deparara el destino en esa cabina con las apariciones de esa chica que persiste en el mundo de los vivos.
Me recuerda a Ghostgirl de Tonya Hurley, te la recomiendo. ¡Me encanta la música!
¡Un abrazo!
Fui a leer la primera parte antes y wow, que tremendo. Me llena de curiosidad tanto el prota con su poder como la muchacha fantasma. Me gustaron ambos relatos y que lo compartas en micro-entregas es genial. Esperaré el siguiente con ansias.
ResponderEliminarTe deseo un bonito inicio de semana.
¡Abrazos desde Escapando al bosque!
Un cuento de terror que se apaga con el reloj , pero ser DJ en esa discoteca ha de ser un trabajo para valientes .
ResponderEliminarUn abrazo
wowww que imaginacion para
ResponderEliminarpoder crear tu cuento de miedo,
eso de espiritus me da temor,
pero te quedo fabuloso.
Besitos dulces
Siby
Uau, una discoteca con apariciones fantasmales! Qué bueno... ¿Aparece ese espectro cuando pinchan una determinada canción? Una adecuada podría ser "Phantom Lord" de Metallica, o quizá "Living in a Ghost Town" nuevo el tema que los Rolling lanzan este mes.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el cuento, Cyn. Saludos!
Borgo.
¡Hola, Cyn! Ostras, casi se me escapa esta continuación. Ya he añadido el enlace al reto. En la primera parte pensé en seres extradimensionales y en esta parte desvelas, no solo su naturaleza, sino la ocupación extra del DJ. Muy original que hayas mezclado esos espíritus en un lugar tan poco transitado por ellos como es una discoteca y que, además, el DJ use su música para atraparlos. Además se anuncia un reciente asesinato, lo que da todavía más gasolina a la historia. A ver cómo sigue.! Un abrazo!!
ResponderEliminarDesde el episodio 1 que lo venia pensando y ahora se afianza. Este relato tuyo tiene un escenario similar (con la variante de la época) y la misma magia entre los espíritus y la realidad de lo tumultuoso, de la noche, la música, el humo... con el cuento de Cortázar "Las Puertas del Cielo".
ResponderEliminarNo se parecen para nada. Pero hay algo fantasmagórico en el ambiente que me lo hizo relacionar.
Si no lo leíste te lo recomiendo mucho.
Me encanta esta serie, a esperar la próxima
Abrazo!
Me ha enganchado muchísimo esta historia fantasmagórica tuya. Y la música... bestial. Me rindo ante tu hechizo.
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