PARA LA MASA
Compre una pascualina del super. Le abre el plástico, la saca y ya está. Mire qué fácil.
PARA EL RELLENO
- 2 cebollas chicas. O una grande. Si no le gustan las cebollas, olvídelo.
- 1 paquete de acelga. O espinaca, si prefiere.
- 1 pimiento morrón rojo. O verde. Si consigue amarillo, da igual. O esos ajíes enormes que venden por ahí a veces, que pareciera que lo van a matar a uno de indigestión pero en realidad tienen menos picante que mi rutina diaria.
- Si no le gusta ninguna de esas verduras, qué le puedo decir. Vaya y busque algo que entre en una pascualina y cuando lo tenga me avisa.
- ¿Ya está? No, saque al gato de ahí. Continuamos. Cuatro huevos.
- Condimentos a gusto. Y tenga a mano el teléfono, por las dudas.
PREPARACIÓN
1- Asumiendo que ya le puso la masa pascualina del super al molde aceitado, prenda el horno. No muy fuerte.
2- Corte la cebolla, en cuadrados pequeñitos, mientras susurra canciones de amor a la pobre para que no lo haga llorar mucho. Usar antiparras durante el proceso ayuda también.
3- Haga lo mismo con el pimiento o el ají enorme. Pero a ésos no les hable. Ni siquiera los mire más de lo necesario. Todos los días se escuchan historias horribles de gente que ha observado de frente a esas terribles verduras, mientras intentaba cocinarlas.
4- Hierva la acelga o la espinaca —o lo que sea que haya conseguido para el relleno—. Y saque a ese gato de ahí, sea serio.
5- Mezcle todo en la sartén, con los condimentos y el huevo. Si le va gustando cómo queda, bien. Si no, siga intentando. A mí no me pregunte, que yo con un caldito de esos que saborizan ya estoy hecha.
6- Meta el relleno encima de la pascualina y luego ponga la tapa superior, para cerrarla. ¿No le gusta así, la prefiere abierta? Allá usted. Y ya le dije que el gato le iba a arruinar la comida, basta de chistes.
7- Hornear durante unos 40 minutos, o hasta que la masa esté dorada. Es decir, no espere que brille el horno. De ver un resplandor real en su comida, llame a los bomberos.
8- Saque el hermoso resultado de esta aventura culinaria. Espere un poco a que se enfríe, no sea ansioso. Corte la primera porción y pruebe el delicioso sabor del esfuerzo.
9- Guarde todo en la heladera y pídase una pizza. Alguien querrá comerse ese desastre otro día.
1- Asumiendo que ya le puso la masa pascualina del super al molde aceitado, prenda el horno. No muy fuerte.
2- Corte la cebolla, en cuadrados pequeñitos, mientras susurra canciones de amor a la pobre para que no lo haga llorar mucho. Usar antiparras durante el proceso ayuda también.
3- Haga lo mismo con el pimiento o el ají enorme. Pero a ésos no les hable. Ni siquiera los mire más de lo necesario. Todos los días se escuchan historias horribles de gente que ha observado de frente a esas terribles verduras, mientras intentaba cocinarlas.
4- Hierva la acelga o la espinaca —o lo que sea que haya conseguido para el relleno—. Y saque a ese gato de ahí, sea serio.
5- Mezcle todo en la sartén, con los condimentos y el huevo. Si le va gustando cómo queda, bien. Si no, siga intentando. A mí no me pregunte, que yo con un caldito de esos que saborizan ya estoy hecha.
6- Meta el relleno encima de la pascualina y luego ponga la tapa superior, para cerrarla. ¿No le gusta así, la prefiere abierta? Allá usted. Y ya le dije que el gato le iba a arruinar la comida, basta de chistes.
7- Hornear durante unos 40 minutos, o hasta que la masa esté dorada. Es decir, no espere que brille el horno. De ver un resplandor real en su comida, llame a los bomberos.
8- Saque el hermoso resultado de esta aventura culinaria. Espere un poco a que se enfríe, no sea ansioso. Corte la primera porción y pruebe el delicioso sabor del esfuerzo.
9- Guarde todo en la heladera y pídase una pizza. Alguien querrá comerse ese desastre otro día.
***
Pequeña deformidad escrita para el reto juevero de Notas desde el fondo de mi placard. Espero llegar a tiempo, hace rato que intento participar y se me pasan los días.
Luego de mi tercera mudanza en el año (excusas, excusas), de a poco creo que me estoy acomodando. Lo mismo, si mi vida ahora tuviera cara, se la golpearía un ratito.
Mini homenaje a mi adorado Alejandro Dolina. Amé sus instrucciones para abrir el jabón Sunlight.
Voy a pasearme por los blogs amigos. Cómo los extraño a todos.
Parece hasta fácil. Tal vez me atreva a cocinar de verdad :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Jaja, es verdad. Gracias por pasar a leer. Un abrazo.
EliminarDivertida tu receta, Cynthia. ¡Y ese gato que molesto!
ResponderEliminarme alegro de que pudieras participar y de que ahora, por fin, te vayas asentando después de tanto movimiento.
Gracias por tu comentario en casa y bienvenida a mi blog,
No olvides pasarle el enlace a Ceci para que te sume en el listado de participantes.
Un abrazo
Bienvenida a vos también. Sí, pasé el enlace de la publicación en los comentarios de la iniciativa. Gracias por venir a leer y dejar tu comentario ♥
EliminarHola guapa ajjaaj no sé si habrá salido bien pero desde luego mientras la preparabas me reído un montón ..la cocina es un arte bello que hay que disfrutarlo cuando se realiza y si te ríes mucho mejor ..Un besazo y descuida que algo comeremos ajjaaj .Feliz semana.
ResponderEliminar¡Qué lindo que te haya sacado una sonrisa! Te doy la bienvenida a mi espacio. Un abrazo enorme.
EliminarQue buena receta la voy a anotar para hacerla.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Siempre es útil, en especial si está cerca el teléfono del delivery xD
EliminarGracias por tu comentario ♥
Excelente y humoristico aporte. Te felicito. un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por pasar, me da mucha alegría que lo hayas disfrutado.
EliminarBesos.
Primero: Que bueno que estés por acá!
ResponderEliminarSegundo: Me encantó este aporte humorístico!! a alguien le escuche decir una vez que entre masa y masa vale cualquier relleno, como en un sándwich,, entre pan y pan....pero la verdad que no se a quien le sirve esta frase, a un troglodita, a uno que come sin respirar! en fin...Intuyo que aunque parte del humor es que tenes que pedir delivery cuando cocinas, debes ser muy buena cocinera
Beso, gracias por el aporte, y esperamos contarte las próximas
Ohhhhhh, qué bueno que haya entrado en la iniciativa. Muchas gracias por la inspiración. Un abrazo enorme,
EliminarQue sentido del humor, paciencia y alternativas ofreces a la hora de cocinar! Te aplaudo. Muy divertido el relato y me identifico con eso de "saca el gato de ahí" porque tengo dos gatas que a poco que me descuide van por delante mío a la cocina y no precisamente a cocinar... jajajaja!!!
ResponderEliminarBss.
¿Verdad que sí? Los gatos necesitan verlo todo. Y, de ser posible, olfatear y saborear también. Me alegra un montón que hayas disfrutado el relato en formato receta. Bienvenida al blog.
EliminarHola Gyn,
ResponderEliminar!Que me a partido de risa la narrativa de humor en la preparación! Me encantó, te quedó hilarante ese final después de todo ese trabajo.
Un abrazo y feliz noche!
Un abrazo grande y muchas gracias por pasar y dejar tu comentario. Me encanta saber que te ha sacado una sonrisa. ¡Besos!
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