Tenía una noche aburrida, en medio de una semana aburrida, dentro de un mes que daba bostezos. Estaba a punto de volverme a casa, cuando lo vi. Esos hombros, esa manera de caminar, esa mirada al frente, un poco elevada por encima del resto. Allí estaba, mi salvación. Salí del bar y fingí chocarme con él. Puse todo mi encanto de sirena en que me llevara a su casa. Y lo logré, tuve mi cena. Los hombres de este pueblo son deliciosos.
Palabras del reto de agosto: Hombres, sirena, tenía.
Una sirena-vampiro, nunca lo había intentado. O que el sushi venga y nos coma a nosotros, ya que tan poco cuidamos a la naturaleza.
Éste fue un microcuento extraño, para el reto Cinco líneas de Adella Brac de agosto 2019.
jaja, qué bueno. Riquísimo saldría :-)
ResponderEliminarUn abrazo