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La nave y el sentido de las rutas

07 diciembre 2017

aniversarioEstabas molesta. Seguías frente a la pantalla del ordenador, estabas rodeada de gente brillante que aportaba todo lo que tenía en mantener aquella nave gigantesca. También ponías lo tuyo, ni siquiera te preguntabas si hacías alguna diferencia. La nave se daba sentido a sí misma, les daba sentido a todos.

El universo era oscuro, las tormentas de asteroides hacían difícil la ruta y las posibilidades de encontrar agujeros negros era aterradora, pero te divertías. O alguna vez lo habías hecho, hacía tiempo. Porque, en ese instante, estabas furiosa. Tus manos temblaban sobre las teclas, las lágrimas en tus ojos difuminaban las señales de la pantalla y tu cabeza no paraba de dar vueltas en torno a mil cosas sin sentido.

Fuiste al baño, te sentaste en aquel inodoro y te quedaste pensando.

«No quiero que esto sea mi vida» te dijiste, angustiada.
«Pero esto es mi vida. Es lo único que me gusta, lo que me da un sentido» te respondiste, con la mirada turbia, fija en los azulejos de la cabina sanitaria.

Te pusiste de pie, decidida. Limpiaste esas lágrimas y volviste a aquel asiento en los controles de la nave, donde seguían las conversaciones de los demás. Cada uno seguía en lo suyo, la nave continuaba intacta, avanzando, aunque hubieses dejado tu sector. Seguías enojada, enojada con vos, con lo que estabas desperdiciando al manejar la nave de otros, entregando tu tiempo y tu vida en algo que ni siquiera podías mostrar como tu obra a los tuyos.

Así que sacaste tus cosas, vaciaste tu casillero, escribiste una nota apresurada llena de reproches a aquellos compañeros brillantes. Ellos seguirían dando su vida porque aquel era su destino, su felicidad y no la tuya, aunque no lo entendieras. De esa forma, inmadura pero necesaria, dejaste tu puesto.

Corriste a buscar una de las esferas de exploración, te quedaste con la más pequeña. La equipaste con lo que podías llevarte y la encendiste. Algunos compañeros corrieron a ver tu partida, asombrados. Los saludaste con rapidez, con miedo a arrepentirte. Y saliste de aquel enorme refugio, a navegar por la negrura y construir tu propia ruta.

La soledad era tenebrosa, la indecisión te hacía cambiar una y otra vez las coordenadas, la velocidad, el nombre de tu nueva nave. El horizonte era gigante, solo contabas con tus manos y tus ojos para decidir el camino.

Entonces, te diste cuenta de que no estabas sola. Empezaste a encontrar cientos de pequeñas naves, muchas con mejor aspecto que la tuya, otras igual de pequeñas y de recorrido errante. Pudiste aprender gracias a cada una de ellas. Incluso pudiste parar en nuevas estaciones, a cargar combustible, comprar adornos nuevos, arreglar problemas de navegación que no sabías que tenías al principio. Diste con otras naves imponentes, estableciste buena relación con ellas, casi te convertiste en tripulación permanente de una. Corriste a tu pequeño espacio, antes de caer en el mismo error de antes.

Seguiste creciendo. Y seguirás aprendiendo. Porque el universo es enorme, generoso y tiene espacio para todos los que necesiten empezar un viaje como el tuyo. Felicidades. Alguien tiene que dártelas, quién mejor que yo. De vez en cuando, dejás plantado en el tintero de tu cabina a aquel fantasma que te trae ideas, pero sé que volverás a él mil veces. Porque esta sí es tu ruta. Y la nave ahora es tuya.

***

Todavía me acuerdo de esa noche que lloré, sentada en un inodoro (solo sentada, ¿eh), porque me sentía inmadura y no quería que mi vida fuese escribir para otros, con personajes de otros, luchando con egos inflados y discusiones sobre asuntos que nada tenían que ver con avanzar o aprender. 
Soy muy llorona, así que lloré cuando dejé Fanfiction.net en aquel momento. Mi nave nodriza, mi Enterprise. Ya nadie se debe acordar de mí por allá, aunque a veces extraño mi lugarcito cómodo, mi fandom cálido y reconfortante. He madurado un poco, espero, y soy muy feliz con mi pequeña nave exploradora y los demás pilotos que voy encontrando en el camino. 

Ahora, puedo decir que dos cuentos míos están por aparecer en dos antologías en físico. Uno bajo Editorial Dunken y el otro en Sweek. Pronto les daré más detalles. Pero nunca imaginé que pudiese encontrar felicidad así, mientras miraba al exterior desde mi cuenta bajo seudónimo en una red social de escritores adolescentes. Espero seguir creciendo, sacar mi propio libro en el futuro. Y todavía escribo fanfiction, porque me gusta, porque tengo algunas historias pendientes para entregar a esa nave a la que le debo tanto. Una cosa no quita la otra, ¿verdad?

10 comentarios:

  1. A veces es casi inevitable elegir lo dificil, la incertidumbre, para ir hacia lo deseado.
    Es interesante que hayas convertido tu experiencia en una historia espacial. Es lo que se llama extrapolación de conflictos.
    Besos.

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    1. Gracias. Y ahora tengo que ponerme al día con los demás pilotos. Siempre digo lo mismo, pero a veces la nave me deja tomarme algún descanso.
      Un abrazo.

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  2. Felicidades por cuatro años en tu casita n.n
    La verdad, no puedo imaginarme cuánto has crecido porque te conocí grande, pero espero ver como sigues incursionando este maravilloso universo y llegas tan lejos como tu esfuerzo y talento merecen. Creo que está bien que sigas en el fanfic. Caminar por caminos andados no siempre es señal de retroceso, mirar y volver a nuestros orígenes es señal de que somos agradecidos, y eso es noble, y es bueno.
    Quiero ver tus libros físicos, los compraría todos aunque no los lea xD —Mentira, te leeré para siempre, y en verdad espero hagas lo mismo conmigo, viendo como crezco a paso lento
    para seguro, para que, en unos años, cuando sea el momento me felicites también. Aunque
    yo no recuerdo cuando inicié en esta locura que aún no entiendo—.
    Y usted llore. Llore, ría, grite, blasfeme, salte y festeje siempre que escriba, porque no hay mejor texto que ese que nos hace sentir.
    Felicidades, éxitos y un abrazo enorme. Besos, hermosa.

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    1. Awww... Gracias por pasar y leer ♥ Tengo que enviarte esos libros, los tengo y quiero regalarte la revista también. Dije que para esta época la tendría impresa y al final nunca la hice. Voy a ponerme con eso ahora en enero.
      Besos.

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  3. Qué buena entrada. Felicitaciones.
    Creo que el relato es excelente,pero lo que le da más sentido es tu catarsis del final. Qué momento ese el de decidir dejar una nave tan imponente. Me pregunto cuándo uno decide dejar o darle final a un blog. Tengo varios amigos de la red a quién preguntarles, pero sus respuestas suelen ser muy tristes. Prefiero quedarme con la duda.
    Espero muchos éxitos de tus relatos. A la espera de novedades y nuevos rumbos.
    Abrazo!

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    1. Oh, pero no dejo el blog, lo que dejé antes fue una red social (y luego volví, pero sin que fuese mi lugar exclusivo de lectura). Mi lugar ahora es el blog, desde donde pienso sacar mis proyectos más importantes, como la idea de un libro de relatos o alguna novela en el futuro. Gracias por pasar y comentar. Un abrazo.

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  4. ¡Hola! Me encanta el parelelismo que encontraste entre la escritura y el viaje por el universo ¡qué genial! Me gusta lo de dejar la comodidad para aventurarse a caminos inciertos ¡es una aventura recorrerlos! A veces grata y a veces no tanto, pero siempre se aprende de todo ello.

    ¡Un abrazo!

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  5. A veces no hay más forma de avanzar que tirarse al vacío sin red y confiar en que todo irá bien porque es lo que debes hacer, lo que deseas hacer, lo que sabes hacer.

    Un relato para meditar y muy original en su planteamiento, me ha gustado mucho.

    Un abrazo, Cyn :))

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  6. Excelente relato, Cyn. No solo por la historia en sí, sino por la metáfora que se visualiza en tu comentario. El camino, o los caminos, del escritor se jalonan de etapas de soledad, de compartir, de este género, de aquel, de micros, relatos, novela... Elegiste bien. Todos sentimos cuando una etapa llega a su fin, cuando ves que te has situado en una zona de confort que no te permite avanzar. Todos lo hemos experimentado. También estuve una época en redes sociales como Falsaria, Literautas... Pero llega un momento que te planteas ¿Solo voy a escribir, publicar y comentar, recibir likes, darlos? Y entonces buscas otras cosas, como abandonar todas las redes durante un año y medio para centrarte en un proyecto. Nunca llores por lo que dejas si sientes que le llegó el momento. Un abrazo!!

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  7. ¡Hola!
    Vaya, que intenso... me gustó mucho.
    Me ha gustado mucho la forma en que lo has contado, en plan tan personal e íntimo.
    ¡Increíble!
    Un besote

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