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Sobre la madurez (y otras porquerías de la vida)

11 mayo 2017

si ya sabesConfieso que, por alguna razón, a los veintiuno pensé que madurar sería dejar de escribir. Tomé toda la pila de cuadernos y hojas sueltas con las primeras historias que había juntado en mis años de escuela, lo puse todo en una bolsa y lo saqué a la calle. Hay una canción de Estelares que salió por esa época y tiene un fragmento que dice "un camión recolector es la estrella en esta función". Cada vez que la escucho se me arruga el corazoncito.

El tema es que supuse, en esa época, que cumplir años me iba a hacer una persona diferente. No fue así. Mis caprichos adolescentes se transformaron para permanecer conmigo, como Caprichos con mayúsculas. Mis debilidades infantiles evolucionaron para aparecer en otras áreas. Pero me apreté el cinturón y creí que eso era ser madura. Al menos, volví a escribir después.

Luego de años de ir y venir con los mismos temas, de cansar terapeutas y amigos, de intentar todo para evitarme y evitar la solución a un problema personal larguísimo, lo he entendido. Y no es que no lo supiera desde antes, que no lo hubiese escuchado. La solución está ahí, en un cartel de neón.

Y es que madurar no es lo que pensamos. Felicito a quien pueda ver la luz al final del túnel desde chiquito. Yo creí que madurar era un millón de cosas, excepto esto. Hoy he tomado una decisión que me aterroriza y me alivia por partes iguales. Y todos los dilemas se han aclarado, como un rompecabezas gigantesco al que le faltaba una pieza y seguía esparcido en el piso de mi cocina, molestándome al caminar pero que no me animaba a barrer ni terminar de armar.

Hoy encontré esa pieza. Es lo más genérico que puede existir en la historia de la humanidad, lo más simple si uno lo mira desde afuera. Pero en mí es un universo aparte. He puesto esa pieza en su lugar y me toca seguir acomodando las demás que faltan. Han sido muchos años de permitir que la mugre se juntara encima del rompecabezas. Va a ser engorroso. Va a doler. Nadie me lo va a agradecer, porque hay gente que tendrá que ocuparse de sus propias alfombras a partir de ahora y por mi culpa. Pero necesito darme ánimos y dejar asentado esto por acá. No vaya a ser que me eche atrás.

A pesar de todo, siento un alivio enorme. Madurar duele, es horrible y no tiene nada que ver con lo que me dijeron que iba a ser. Disculpen la catarata de palabras sin sentido, espero que esto sea un momento importante de mi vida. Mañana vuelvo con más relatos o algún tag para relajarme.

7 comentarios:

  1. Hola guapa!
    Te entiendo perfectamente, madurar es algo tan difícil y al mismo tiempo tan ambiguo. Recuerdo que de pequeña siempre me decían que debía intentar ser menos payasa, ya de mayor también me lo dicen, dicen que debería madurar... pero esa parte infantil es parte de mi personalidad. Pienso que hay cosas que no se pueden "madurar" porque uno es como es... no sé si me explico.
    Creo que madurar depende mucho de cada persona, de que caminos cojan su vida... pero cuando te toca, te toca. No se puede hacer nada.
    Animo, verás que todo irá sobre ruedas y poco a poco.
    Un saludito desde la Isla de la calma.

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    1. Gracias u.u Al final, pude mantener la mitad de mi palabra desde ese día. Pero supongo que es un comienzo.

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  2. Madurar es algo nefasto para evitar. Sobre todo si se quiere hacer algo creativo. Mientras se pueda evitar, hay que evitarlo.
    Un abrazo

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  3. Tambien yo pase por esta fase, estimada Cyn. La madurez no sale a flote con la edad, ni con el carácter. Somos un organismo vivo y en constante cambio y evolución, y esa es una bonita forma para darnos cuenta que nos vamos puliendo día a día. Paciencia y fortaleza para los años venideros.
    Saludines!

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  4. ¡Hola! Aish, la verdad, tocas un tema del que no tengo idea de nada. La verdad, yo sigo huyéndole a la madurez, siento que la madurez como la sociedad considera madurar, es una forma de amputarme a mi misma. Tienes que dejar de ser así, dejar de hacer esto, dedicarte a aquello otro porque lo que haces no va, y te van acomodando a un montón de cosas porque es lo que hace un adulto y vas cercenando una parte de tu personalidad hasta que la dejas inexistente para acoplarte a un grupo al que no perteneces. Me gusta una charla de Dolina que habla sobre Barrie y su rechazo a la madurez, me gusta mucho https://www.youtube.com/watch?v=KJ6IagZPZ0s dice muchas cosas interesantes y por sobre todo, que me animan bastante.

    ¡Un abrazo! Y mucho ánimo <3

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    1. Pienso exactamente igual con respecto a la madurez. En este caso, me refería a una cuestión de madurez emocional, con respecto a un asunto personal que me causa problemas desde siempre. La solución ha sido simple, yo recién ahora la veo y la tomo. Me voy a ver el video que dejaste, amo a Dolina ♥
      ¡Besos!

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