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Maldita primavera

Maldita primavera

22 septiembre 2018

damnspring—No es que esté ansioso, claro —dijo el corazón, desde el frasco junto a la ventana—. Pero podría tener un lugar un poco más seguro. Ha llegado la primavera y… ya has visto el polen que anda por ahí…

—El polen no se ve —añadió el cerebro, en su bandeja sobre la otomana al pie de la cama—. Al menos, no con el ojo desnudo.

—Era una expresión, nada más —respondió el órgano rojo, algo irritado por la interrupción—. La cantidad de bichos que han aparecido es impresionante. Si hasta los pájaros se asoman a la mañana por acá desde el balcón.

—¡Cuánto drama!

—¡No es drama! Si estuvieras de este lado, no te reirías tanto. Ah, le tengo miedo a esa paloma gorda de ahí. Me mira y aletea con ganas. Sé lo que está pensando.

—¿En serio? —ironizó el otro.

—Sí, no necesito saber nada de aves. Me va a atacar en cualquier momento.

—Ay, cuánta queja...

—¡Ya cállense los dos! —rogó el hígado, sobre la alfombra—. Algunos necesitamos descansar.

Luego de eso, un silencio tenso se instaló en el lugar. Pero solo el cerebro y el corazón continuaron el duelo de miradas. Los pies dormían, al final de las piernas enredadas en las sábanas. Las manos tejían algunos planes, con agujas de color verde e hilo brillante de sueños. El estómago, mientras tanto, desalojaba a las últimas arañas que se habían instalado con la ira y el temor.

Entonces, desde un árbol cercano, la paloma intentó avanzar sobre el frasco del órgano quejumbroso. Pero todavía era temporada de vientos fuertes y el vuelo del pájaro fue desviado. Tampoco hubo tiempo para nuevas discusiones, porque una nube de pétalos rosados entró con la corriente de aire, hasta cubrir parte de la cama, la alfombra y la otomana.

Todos pudieron regodearse en el aroma dulzón que los invadió. Y una nueva energía corrió por la habitación. Una mariposa acarició las paredes del estómago con sus alas tornasoladas, luego otra y otra más. Las piernas se levantaron, de golpe, poniendo a los pies en marcha. Las manos dejaron lo que estaban haciendo, para tomar al hígado y al corazón, antes de que el organismo saliese por la puerta entero. O casi.

Porque el cerebro se quedó olvidado, en la otomana.

—Ya van a volver —aseguró, confiado, aunque con algunos pétalos pegados sobre el lóbulo frontal—. Quiero ver qué tan lejos llegan sin mí.

Así fue como el reloj comenzó su recorrido. Otra vez.
Nunca supo si lo soñó (mini regalo de cumpleaños)

Nunca supo si lo soñó (mini regalo de cumpleaños)

20 septiembre 2018

no lo soñoEren corría, sin creer lo que había hecho. Nadie la perseguía. Lo único seguro era que, mientras llevara esa llave, el tesoro estaría cerca. Pero aún no sabía dónde. Entonces, ocurrieron dos cosas. Primero, una puerta apareció en la oscuridad. Allí estaba, la respuesta a sus plegarias, en el haz dorado que se colaba por la cerradura. Sin pensar más, ella abrió. A continuación, una avalancha de zapatos, en todos los tamaños y colores, le cayó encima.

Palabras del mes: Hecho, mientras, primero. (Microrrelato para el reto de Adella Brac)

Sí, pensé en una buena amiga cuando me senté a escribir las cinco líneas de este mes. 
Me hubiera gustado traer algo más largo, como el relato del año pasado, pero mis neuronas han hecho cortocircuito y lo mejor que me salió fue esta viñeta. 
Espero que te rías con este mini relato y no te moleste mi manía de cerrar los cuentos con finales estrafalarios. ¡Feliz cumpleaños Eréndida! 
Lo que sabe la reina mosca

Lo que sabe la reina mosca

02 septiembre 2018

Feliz domingo a todos, porque feliz se puede ser cualquier día que queramos. Yo estoy de buen humor porque empieza septiembre y se vienen mis alergias, digo, las hermosas flores que me hacen resbalar en la peatonal pero que alegran tanto la vista. Además, vengo con novelita nueva, en plataforma nueva.

Estoy participando en uno de los concursos de la plataforma Litnet por la publicación en papel de mi historia. Hay varios concursos, de diversos géneros. Yo voy a ir por el romance, ya que me había quedado sin publicar una comedia que, si bien es la continuación de Para un poco, Elisa, también puede leerse de forma independiente. Se van a ver varios de los personajes de la anterior, por si alguien los recuerda.

Si tienen curiosidad, pueden dar un paseo por allá. Espero que riamos todos juntos con la trama (realmente lo espero y que no se me desbanden los personajes y me salga un drama).

portada
Título: Lo que sabe la reina mosca
Autora: Yo, claro. Quién más se va a poner a escribir algo con un título tan poco atractivo.
Género: Comedia romántica. Nouvelle.
Sinopsis: Ya que Sienna no podía vivir de la aventura, quería ser una periodista de investigación. ¿Cómo, entonces, ha terminado así? En vez de correr tras la verdad, ahora corre cada mañana por la avenida, hacia su empleo en la revista más estrafalaria del grupo editorial de su tía. Su tarea: en la columna de curiosidades e informes.Y en eso está, colándose como una mosca por todos los rincones, con tal de conseguir un ascenso que la lleve lejos del grupo de locos de su redacción, cuando llega un nuevo dibujante para la sección de humor. Otro raro, el más raro de todos. Los secretos que el gracioso de los lápices trae consigo podrían enviarlo al circo, a sus primos a la ruina y, a Sienna, directo a la fama. Solo queda una cosa por preguntarse:¿Qué tan grande hará que sea el titular de esa noticia?

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