Autor: Chuck Palahniuk
Género: Humor (negro). Road Trip.
Año de publicación: 1999
Sinopsis: Shannon parece tenerlo todo en la vida: belleza, fama, un novio, una gran amiga... pero cuando un «accidente» la deja completamente desfigurada e incapaz de hablar, pasa de ser un hermoso centro de atracción a convertirse en un monstruo invisible, tan horrible que nadie parece percatarse de su existencia. Nadie, salvo Brandy Alexander, un transexual a quien conoce en el hospital y que le ofrece la oportunidad de encontrar su nuevo destino, a partir de olvidar su pasado y construirse infinitos y simultáneos presentes. Así, tras secuestrar a Manus, su actual ex novio, partirán en una carrera desenfrenada que solo puede conducirlos hacia su aniquilación.
Opinión personal: Cuando leemos mucho, por las razones que sean, nos acostumbramos a identificar las historias en ciertas categorías en nuestra mente. Siempre está esa que nos atrapa por su premisa novedosa pero luego se desdibuja hacia la mitad y seguimos leyendo para ver en qué termina. Luego decimos "meh" y el libro queda olvidado en un rincón. Por el contrario, está la premisa regular, un poco cliché, la vieja confiable a la que siempre acudimos apenas la vemos en una sinopsis. Esa suele sorprender, de vez en cuando, con un giro o un tratamiento distinto de la situación. Después están esos libros en los que caemos de pura casualidad y nos hacen estallar el cerebro. Adivinen cuál es este. ¡Boom!
Hablamos de un libro escrito por el mismo autor de El club de la pelea, así que tenemos cinismo, humor negrísimo, revelaciones sobre la vida y situaciones no aptas para estómagos sensibles. Pero sepan que los temas principales son la belleza y el amor. La presencia de estas dos cosas y la forma en que los personajes corren en direcciones confusas, al punto en que no sabemos si van en su búsqueda o huyen de estas.
La narración es un párrafo aparte. El autor tiene una forma preciosa de construir las escenas, describiendo y caracterizando sin que nos demos cuenta, dándonos tanta emoción en la presentación de un amigo o enemigo de la protagonista que ni nos percatamos de que nos estaba diciendo cómo le quedaba el vestido, los zapatos, los accesorios y hasta el tono de maquillaje que algunos llevan puesto. La historia no es lineal, se divide en escenas del pasado y el presente, según la relación de los sucesos. Así, sabemos qué ocurre y porqué ocurre. Y es tan dinámico y caótico que divierte.
La protagonista es Shannon, una modelo cuya carrera deja de existir de la noche a la mañana por culpa de una tragedia que la deja deformada. Su mundo entero gira en torno a la frivolidad y su forma de pensar no cambia de la noche a la mañana. El autor nos pone a mirar el mundo a través de sus ojos, su perspectiva es tan torcida que a veces dan ganas de tirar el libro por la ventana. Lo leí en electrónico, así que no pude.
El "cargamento amoroso", Manus, daba ganas de reír, de llorar y de verlo morir en forma cruel según el momento del libro.
Luego pasamos a Brandy Alexander, la "Reina Suprema". La filosofía de Brandy, el aura de Brandy, su locura e impulso autodestructivo son el combustible que lleva al grupo por todas partes.
Cambian de identidad como cambian de auto y apariencia. Al final, los nombres dejan de tener importancia y cada vez que la narradora se refiere a alguno de ellos, lo hace según el lugar y el momento. Manus solo es Manus en el pasado. Luego, según el robo que están cometiendo y la ciudad que visitan, su nombre es diferente. Lo mismo con Brandy y ella misma. Y el que va leyendo se acostumbra a eso.
El torbellino de amor-odio de todos contra todos es espectacular. Nadie es completamente inocente ni culpable. Como en la vida, cierto. Y nadie es lo que parece en esta historia. Cuando llega cierto punto en la trama en que el lector se acomoda y se dice que ya sabe por dónde van los tiros, ocurre algo que pone todo de cabeza. A partir de entonces, la carrera hacia el final está llena de momentos en que uno se agarra la cabeza y dice "¿qué m#%&$@?" hasta terminar con una sonrisa tonta en la cara que no se va a ir fácilmente.
Opinión personal: Cuando leemos mucho, por las razones que sean, nos acostumbramos a identificar las historias en ciertas categorías en nuestra mente. Siempre está esa que nos atrapa por su premisa novedosa pero luego se desdibuja hacia la mitad y seguimos leyendo para ver en qué termina. Luego decimos "meh" y el libro queda olvidado en un rincón. Por el contrario, está la premisa regular, un poco cliché, la vieja confiable a la que siempre acudimos apenas la vemos en una sinopsis. Esa suele sorprender, de vez en cuando, con un giro o un tratamiento distinto de la situación. Después están esos libros en los que caemos de pura casualidad y nos hacen estallar el cerebro. Adivinen cuál es este. ¡Boom!
Hablamos de un libro escrito por el mismo autor de El club de la pelea, así que tenemos cinismo, humor negrísimo, revelaciones sobre la vida y situaciones no aptas para estómagos sensibles. Pero sepan que los temas principales son la belleza y el amor. La presencia de estas dos cosas y la forma en que los personajes corren en direcciones confusas, al punto en que no sabemos si van en su búsqueda o huyen de estas.
La narración es un párrafo aparte. El autor tiene una forma preciosa de construir las escenas, describiendo y caracterizando sin que nos demos cuenta, dándonos tanta emoción en la presentación de un amigo o enemigo de la protagonista que ni nos percatamos de que nos estaba diciendo cómo le quedaba el vestido, los zapatos, los accesorios y hasta el tono de maquillaje que algunos llevan puesto. La historia no es lineal, se divide en escenas del pasado y el presente, según la relación de los sucesos. Así, sabemos qué ocurre y porqué ocurre. Y es tan dinámico y caótico que divierte.
La protagonista es Shannon, una modelo cuya carrera deja de existir de la noche a la mañana por culpa de una tragedia que la deja deformada. Su mundo entero gira en torno a la frivolidad y su forma de pensar no cambia de la noche a la mañana. El autor nos pone a mirar el mundo a través de sus ojos, su perspectiva es tan torcida que a veces dan ganas de tirar el libro por la ventana. Lo leí en electrónico, así que no pude.
El "cargamento amoroso", Manus, daba ganas de reír, de llorar y de verlo morir en forma cruel según el momento del libro.
Luego pasamos a Brandy Alexander, la "Reina Suprema". La filosofía de Brandy, el aura de Brandy, su locura e impulso autodestructivo son el combustible que lleva al grupo por todas partes.
Cambian de identidad como cambian de auto y apariencia. Al final, los nombres dejan de tener importancia y cada vez que la narradora se refiere a alguno de ellos, lo hace según el lugar y el momento. Manus solo es Manus en el pasado. Luego, según el robo que están cometiendo y la ciudad que visitan, su nombre es diferente. Lo mismo con Brandy y ella misma. Y el que va leyendo se acostumbra a eso.
El torbellino de amor-odio de todos contra todos es espectacular. Nadie es completamente inocente ni culpable. Como en la vida, cierto. Y nadie es lo que parece en esta historia. Cuando llega cierto punto en la trama en que el lector se acomoda y se dice que ya sabe por dónde van los tiros, ocurre algo que pone todo de cabeza. A partir de entonces, la carrera hacia el final está llena de momentos en que uno se agarra la cabeza y dice "¿qué m#%&$@?" hasta terminar con una sonrisa tonta en la cara que no se va a ir fácilmente.
Calificación:
Apto para: Todo el mundo debería leer esto. He dicho.
No apto para: Homofóbicos. Moralistas que exigen personajes virtuosos.
Dulzura: Brandy Alexander. Yo quiero una.
Acción: La trama está llena de adrenalina. Incendios, escopetazos, secuestros, robos, drogas.
Sangre: Bastante.
Sexo: Cierto personaje se luce, pero no con quien suponemos. Todo es una sorpresa, incluido esto.
(Aviso: no pongo puntaje en números. Si lo terminé de leer es porque lo disfruté. Los que no terminen irán en otra sección).
No exijo personajes virtuosos. La premisa me parece dramatismo con golpe bajo, pero vos leiste el libro, sabes más que yo.
ResponderEliminarSaludos.
Al contrario, es divertida y está contada de una forma muy amena. Hay un par de cosas que no las menciona, solo deja que el lector sume dos más dos, así que lo del golpe bajo no lo he visto.
Eliminar¡Saludos!
¡Hola!
ResponderEliminarGuau, tiene pintaza. Este autor desde luego que siempre sorprende. Pueden gustarte o no sus libros, pero no te van a dejar indiferente ni van a ser un cliché.
Me encanta lo que promete la trama: toda esa locura, esa sangre.... en fin. Y lo de los nombres puede parecer un poco lioso, pero si dices que te acostumbras....
¡muchos besos!
Tenía deseos de leer la reseña.
ResponderEliminarMe llama muchísimo la atención. No conocía el libro, pero el tema y tu reseña, me causan mucha intriga. Me parece que, has hecho que realmente se me abra la curiosidad por leer este libro.
¡Un abrazo!
Y a mí que me gustan las cosas locas XD Voy a agenciármelo en cuanto pueda :D
ResponderEliminarMe gustó mucho la reseña, ¡besos!
Tiene muy buena pinta. Igual la autora está tan mal de la cabeza como yo jajaajaj
ResponderEliminarMe lo apunto. Un besoteeee
Me lo leó, cuando pueda me lo leo seguro. Si has dicho que he de leerlo, te haré caso.
ResponderEliminarUn besito
Jajaja, parece un libro muy loco. Tal vez debería probar con él aunque solo sea para salir de mi zona de confort, que siempre me han ido los retos y, además, no he leído nada hasta ahora del autor.
ResponderEliminarUn beso ;)
Leí de él El club de la pelea y está entre mis favoritos, aunque no conocía este, me lo anoto para cuando termine mis lecturas.
ResponderEliminar¡Un abrazo!